Mercenarios y apóstoles
El éxito de una empresa, de un producto o de un servicio depende en parte de la visibilidad que tiene. Dicha visibilidad tiene un precio y requiere una cierta inversión. Sin embargo, no está del todo claro dónde invertir, y cómo invertir para que dicha visibilidad exista y perdure.
El mercenario y el apóstol. El mercenario solo necesita dinero para hacer su trabajo. No se involucra emocionalmente. Tampoco intenta ver más allá de las ordenes. Muchas veces, olvida que detrás de cada orden, hay una meta a la que se quiere llegar. El apóstol cree en el negocio, se siente parte activa de la empresa y sobre todo, entiende los valores de la empresa. Nos gustaría conectar estos conceptos con la idea de la visibilidad en redes sociales profesionales.
España es uno de los países donde más se usa la plataforma Linkedin para informar de su presencia en el mundo laboral. Sin embargo, es el país mas pobre en contenidos propios de parte de los usuarios. Los usuarios españoles están, pero no interactúan de manera propia. No es fácil encontrar contenidos o artículos propios sobre el sector en el que trabajan. Tampoco es habitual encontrar verdaderos apóstoles de las empresas en las que están, empleados que comparten o publican información sobre los productos de la empresa que les paga.
Creer en su empresa de manera activa, opinar sobre el sector de actividad, reflexionar, analizar, plantear preguntas sobre lo que nos rodea, nos hace mejores profesionales. Y sobre todo nos hace más visibles. Esa visibilidad es un valor para las empresas y nos pueden usar como soporte para transmitir información.
Cuando el empleado usa sus redes sociales profesionales para publicar, él gana en visibilidad y prestigio. Pero si además, se convierte en mensajero de su empresa y de su sector, ganan ambos: él y su empresa. Se trata de destacar. De ser activo. No solo estar presente nos hará crecer.
El crecimiento pasa por dejar de ser un usuario y empezar a ser un medio. Un transmisor. Uno que cree en lo que hace, y que además lo dice sin miedo. Porque sencillamente, está seguro y orgulloso de la aportación a su sector.