Red Bull te da alas
Simbiosis, la práctica reina de Red Bull: la interacción biológica, estrecha y persistente entre organismos de diferentes especies, en la que todos los involucrados (los simbiontes) se benefician.
El el mercado empresarial y en el marketing, la simbiosis entre marcas, clubes deportivos, artistas e instituciones, es por todos conocida. Hay muchos ejemplos, algunos de ellos, los percibimos casi como la creación de una nueva marca. Esto no es nuevo, sucede desde hace mucho tiempo. Fueron muy buenos los patrocinios de marcas de tabaco en el mundo del motor (Suzuki/Lucky Stricke o McLaren/Marlboro).
A nosotros nos gusta cómo lo hace Red Bull, no solo por su capacidad de identificarse y dar total identidad a la marca o competición con la que se asocia, también consigue que los resultados deportivos y económicos de los miembros de la simbiosis sean positivos.
Además es valiente: Red Bull nunca apuesta por retos sencillos, una de sus premisas es el riesgo. Siempre ha apostado por equipos pequeños, competiciones y deportes minoritarios (de acuerdo, la F1 no es minoritaria). Para Red Bull siempre prima el espectador: se enfoca en el espectáculo puro, visualmente potente, que deja una impronta difícilmente superable en el observador.
No hay deporte ni deportista extremo que no se haya asociado con Red Bull. Patrocina el esquí, el snowboard, el surf, la escalada y el alpinismo, el buceo y los saltos, la aviación acrobática, el rally y los raids (ganador del Dakar junto a KTM por sexta o séptima vez). También es patrocinador de batallas de Hip-Hop.
Red Bull es el mejor ejemplo de flexibilidad, osadía y capacidad de adaptación en el mundo. Ha sido capaz de potenciar, publicitar y sacar rentabilidad a competiciones y acciones locales de todo tipo (incluso saltos de carricoches con disfraces).
Por otro lado, Red Bull nació en Austria y ha sabido potenciar sus relaciones con marcas de allí como un motor principal (KTM o Husqvarna). Lo que le da mas mérito si cabe. Por supuesto, no es el único, otros grandes ejemplos con Heineken con la UCL o Repsol con el motor.
Es evidente que una buena simbiosis comercial y empresarial con otras marcas y sectores es beneficiosa, genera sinergias positivas. No obstante, los niveles de maestría para la simbiosis son muchos y para alcanzar el nivel de Red Bull se necesita algo mas que esfuerzo.